Murió, de pie, un roble de la radiodifusión
0 comentariosRoy Flores falleció ayer en Managua
Polifacético, amigo y especial hombre de familia
Xavier Reyes Alba
Trinchera de la Noticia
Con el recuerdo aún fresco del primer aniversario de la desaparició n del inolvidable Alejandro Acevedo Sirias recibimos ayer la infausta noticia de la muerte de nuestro amigo y colega Roy Flores Siles.
Como Alejandro, Roy es uno de productos mejor elaborados por la radiodifusión nacional, un roble de la comunicación radial que tampoco tendrá sustituto porque, como me decía mi hermano Allan, “ya no se fabrican como antes”.
Este chontaleño, como Alejandro, fueron profetas en su tierra, en una era de mucha y dura competencia, a causa del surgimiento de tantas voces extraordinarias e inmortales que alcanzaron la cúspide en la llamada “Época de Oro” de la radiodifusión nacional.
Cosas de la vida, Alejandro dio sus primeros pasos en una cabina radial en 1962, un año antes de que lo hiciera Roy o Rito, su verdadero nombre, sustituido por el primero por aquellas cosas de los artistas.
Como Alejandro, Roy empezó detrás del vidrio, en los controles de Radio Católica, porque antes no era tan fácil como ahora saltar al micrófono y soltarles cualquier cosa a los oyentes, desde una vocecita esmirriada hasta cualquier barbaridad lingüística de esas que nos hacen enrojecernos y espantarnos a cualquiera hora del día.
Flores debutó en 1963 y a los pocos meses comenzó su carrera ascendente, rectilínea, conduciendo el programa TeleStar, de música actual y animación juvenil, en Radio Continental.
La televisión estaba entonces en pañales, apenas ocho años antes, los Somoza habían inaugurado el primer canal nicaragüense. La radiodifusión era el medio de comunicación por excelencia y la Mundial dominaba, casi por completo, a la audiencia nacional. Por eso era doblemente meritorio alcanzar el éxito en cualquiera otra estación radial.
Brilló en todo
Roy no sólo hizo de TeleStar el programa más escuchado en la franja matutina, se proyectó luego en diferentes campos de la vida radiofónica debido a que su capacidad polifacética nunca conoció los límites.
Animador de programas musicales, locutor comercial y de noticias, humorista y creador de voces y personajes que hoy perduran en nuestros oídos y corazones, como Pancho Madrigal o El Duende.
Y fue, justamente, sustituir a Otto de la Rocha como la voz de Pancho Madrigal su prueba más grande después de arrancar por todo lo alto, en la vida radial. Un día de los años 70, De la Rocha se retiró, por razones que no vienen al caso mencionar, de Radio Corporación. Fabio Gadea Mantilla llamó a Roy y le dio el encargo de reponer a quien ya era una de las figuras más importantes del arte nacional, y claro está, de la radiodifusión.
Eran los tiempos que uno podía salir a las cinco de la mañana, caminando por las calles de cualquier ciudad de Nicaragua y no se perdía una frase del capítulo de Pancho porque era una verdadera cadena nacional. Parafraseando a Darío ¡radio, divino tesoro, ya te vas para no volver!
Los años duros
En 1980, Roy Flores fue acusado injustamente y llevado a la cárcel por razones políticas. Al salir volvió a los micrófonos de la Corporación pero el gobierno sandinista ya había dictado medidas severas contra los medios.
Entonces se dedicó a crear programas como Festival de Regalos, porque, como nos dijo muchas veces “de cualquiera manera había que comer”, los que pavimentaron el camino de su obra personal más importante, el programa El Sorpresivo de las Nueve, iniciado en la Corporación a sugerencias de Alejandro Acevedo y concluido abruptamente ayer en Radio El Pensamiento, la emisora donde recaló luego de ser perseguido a causa de sus ideas y lealtades, por quienes durante muchos años aprovecharon su talento y eterna disposición para ayudar sin pedir nada a cambio.
Roy caracterizó desde los años 70 a un personaje que casi ha pasado al olvido El Duende, un producto de “laboratorio” ya que para conseguir esa voz burlesca se requería de alta precisión porque era un truco: grababa su voz con lentitud para alterarla luego aumentando la velocidad de reproducción.
Con ese formato caracterizó Corporito y luego Rionsito, basado en el personaje del diario La Prensa, luego de que fuese levantada la censura de los años 80.
No dijo que no
Su más reciente peldaño en su rica y extraordinaria vida profesional fue incursionar en el periodismo escrito, fundando Trinchera de la Noticia junto a Alejandro, Emilio Núñez, Róger León y yo.
Repetía, con Alejandro, que “es mejor en vivo y en directo” refiriéndose a que lo escrito es más complejo y elaborado, pero no rehuyó el reto y más bien lo encararon como niños de primeras letras, con muchas ganas de aprender.
Estamos de duelo. Ciertamente, estamos dolidos por tanta pérdida valiosa, aunque sólo recordarlos nos devuelve el ánimo para decirles un hasta pronto y sonreír en silencio por tantos “chanchadales” que hicimos en el pasado.
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