* Una voz encantadora que se paseó en escenarios nacionales e internacionales junto a los grandes de la época
* Actriz y primera mujer directora de un programa de televisión, junta en sus recuerdos a Carlos Mejía, Justo Santos, Camilo Zapata y todo el famoso elenco de las radionovelas de la Mundial
* Su vida en Costa Rica, sus luchas y sinsabores, su familia y su inolvidable Pedro, el cantor de la Managua muerta el 23 de diciembre de 1972
José Mendoza
Corresponsal Costa Rica
josmen_02@yahoo.com
Muchos no deben acordarse del nombre de Magdalena Rosa Doña Chávez de Gutiérrez, pero si decimos el Show de Magda Doña, a muchos les ha de recordar los primeros inicios de la televisión en Nicaragua y la juventud de la vieja Managua. Mientras que a otros les traerá recuerdos de las famosas radionovelas, en la era dorada de la radiodifusión teatral.
Magda Doña, fue la primera mujer que tuvo a cargo la producción y la conducción de un programa televisivo en Nicaragua, y 33 años después que decidió no seguir con él y 25 de haberse retirado de los escenarios, hoy está al frente de una industria de crocantes (trocantes), que la han hecho merecedora de un premio internacional en Suiza.
Rodeada de dos de sus seis hijos (Pedro y Magda), abrió las puertas de su memoria para remembrar sus pasos por los "cuadros dramáticos" de la Radio Mundial, y la Estación X y sus presentaciones en la Voz de la Victoria y en varios países del continente, esto a la par de leyendas radiales como Esperanza Román, Fabio Gadea, el Dr. José Ortega Chamorro, Archivaldo Aróstegui, Pilar Aguirre, Sidar Cisneros, Fernando Soto Montoya, Armando Proveedor, Carlos Pérez Meza, Cela Lacayo, Marta Cansino y Julio César Sandoval, entre otros.
Los ejes de su vida
Aún con voz de soprano, nos contó por qué dejó de cantar, por qué no volvió a los escenarios, el amor de su vida (qepd), cómo adoptó a Costa Rica como una segunda patria sin sacarse del alma a su Nicaragüita, los sinsabores de ser migrante, sus pasos por la presidencia de Rodrigo Carazo Odio, su familia y estancia actual.
Antes de comenzar la entrevista en su casa (San Isidro de Heredia), Pedro Rafael Gutiérrez Doña (hijo) hizo un preámbulo con un hermoso y suculento vaso de chicha de maíz, una bebida que no puede ser despreciada cuando te encontrás a más de 400 kilómetros de donde de vez en cuando se le da su probadita.
"Yo la fabrico, me han ofrecido que la envasemos y hagamos negocio, pero no me he decidido", dice orgulloso. Pasamos a la casa de Magda Doña y muy jovialmente empezó a viajar a través del pasado de su historia artística; antes dijo: "¿Quieres otro vaso de chicha? Es un don que tiene mi hijo para hacerla, le doy los méritos. No sé de quién lo heredó, pero es la mejor chicha. No hay Diazepán que valga", comenta y rió alegremente.
Es enemiga de dar su edad, pero averiguamos que nació un 22 de agosto de 1934, estuvo casada con el fallecido y recordado periodista, poeta y escritor Pedro Rafael Gutiérrez Núñez (poema célebre Réquiem a una Ciudad Muerta). Migró a Costa Rica dos días antes del triunfo de la revolución en el 79, y una vez que salió del país no volvió a cantar ni a vérsele en escenarios.
Cuando salió de Nicaragua…
"Cuando salí de Nicaragua como que se me murió algo en mi interior. Nunca volví a cantar en público, no me dan deseos, como que se me desprendió algo. La única canción que cantaba, para mí misma, era una de Carlos Mejía que se me quedó muy profundo en la existencia". "Cuando vuelva pueblo mío, notarás algo distinto, el pasado será un sueño como un cuento de camino... No quise volver a cantar públicamente", indicó.
¿Cuándo comenzó su vida artística?
"Desde pequeña cantaba, desde que tengo uso de razón. Me decían que tenía voz de soprano, pero fue una tía la que me llevó escondido de mi papá a cantar en un programa de aficionados en La Voz de La Victoria, cuyo dueño era Alberto Solís. Yo tenía 12 años, y siempre a escondidas de papá cante en la Voz de América Central, ahí conocí a Justo Santos y lastimosamente como al año lo asesinaron".
Las tumbas saqueadas
Magda se considera cien por ciento managua, y da fe porque asegura que sus abuelos fueron fundadores de la capital --Juan Manuel Doña Gutiérrez y Rosa Gutiérrez de Doña--. "Ellos fueron enterrados en la catedral junto a José Dolores Estrada y Monseñor Lezcano pero sus tumbas fueron profanadas y saqueadas después del terremoto. No me explico qué huesos dicen que trasladaron de José Dolores Estrada, porque la tumbas de él y las de mis abuelos las saquearon", acotó
Durante su infancia vivió en el barrio San Pedro, cerca del entonces hospital general. Estudió en el Colegio Madre del Divino Pastor, en Diriamba, y después en Managua. Tras sus inicios de cantante aficionada (en su narración no precisa los años de los eventos), Sidar Cisneros la presentó en Radio Mundial y realizó el programa "Drale de Hamburgo con Magda Doña", después Manuel Arana --dueño de la radio-- le dijo que la probaran en el cuadro dramático de la radio.
"En la época que llegué a la Mundial estaban los grandes: Sidar Cisneros, José Ortega Chamorro, Fernando Soto Montoya, Marta Cansino, Cela Lacayo, Esperanza Román, José Dibb McConell, Fabio Gadea, José Ortega Chamorro, Archivaldo Aróstegui y profesor Julio César Sandoval. Realicé pequeños papeles en el cuadro dramático. Estaba muy joven, tenía 16 ó 17 años".
En el programa musical Drale de Hamburgo, la acompañaba en el piano Raúl Traña Ocampo y el profesor Julio Max Blanco, mientras que Sidar Cisneros la presentaba.
En la Estación X trabajó en el cuadro que dirigía Tacho Sánchez (chileno). Entre sus compañeros estaban Romerito (un tico), Esperanza Román, Pilar Aguirre, Armando Proveedor y Carlos Pérez Meza. "Hacía teatro y radionovelas como ‘Cárcel de mujeres’, ‘Tierra baja’, en fin, un montón de novelas que había", apuntó.
Su encuentro con Luis Méndez
Después de Radio Mundial siguió cantando, haciendo teatro con Jaime Alberdi, y comenzaron las giras por los departamentos. "Hacíamos show artísticos. Me acuerdo que cuando fuimos a cantar una de las tantas veces a Masaya, fue cuando conocí a Luis Méndez (que en paz descanse). Nacimos en días diferentes por horas de diferencias, yo el 22 de agosto y él, el 23, no digo el año (ríe). Luis cantaba y era joven como yo, fuimos buenos amigos, incluso cantamos en Costa Rica en la década de los 50", recordó,
Después del paso por la radio, entre los 50 y 60 anduvo viajando, su fama creció tanto que recibió contrataciones para salir del país, incluso firmó un contrato con la cadena de hoteles intercontinentales.
"Viajé a El Salvador contratada por una semana y pasé dos años, igual me pasó cuando fui a Guatemala, me contrataron por poco tiempo y me quedé cuatro años. También estuve en Honduras, República Dominica, Venezuela, Panamá, y representé a Nicaragua en Miami en el 3er Festival de Primavera. En esos países hice radio y televisión, además de las presentaciones artísticas. Siempre tenía contrato", subrayó orgullosa.
A la teatrista nicaragüense sus padres la enviaron a estudiar a Estados Unidos lo que estaba de moda en la época: secretariado comercial y ejecutivo.
¿Y cómo es que ingresa a la televisión?
"Cuando regresé de estudiar, Luis Felipe Hidalgo había llevado la televisión a Nicaragua, inauguró el Canal 6. Lo instaló en diagonal del Banco Nacional. Fue famoso el canal en la época, fue cuando empecé en la televisión en la década de los 50. Hice noticias, teleteatro y cantaba".
Con Carlos Mejía Godoy
El Show de Magda Doña (Cita con Magda), lo inició con Carlos Mejía Godoy, bajo la dirección de Douglas Amaya, en el piano Rafael Amaya, y Tomasito Urroz en el bajo, ambos fallecidos, además de Romeo Canales en la batería.
Su transmisión comenzó en el 68 y concluyó en el 72 por el terremoto, sin embargo también reconoce que no sólo el sismo fue el causante del cierre, sino también la administración del Canal 2 (Octavio Sacasa), quien le ofreció que el programa pasara a nombre del canal y que ella sería una empleada.
"Carlos Mejía Godoy empezó conmigo en televisión, después cada uno tomó su camino. Como mujer, fui la primera que estuvo a cargo, que dirigió un programa de televisión en Nicaragua. Era productora y actriz a la vez. Al principio lo dirigió Douglas Amaya", aclaró.
Por el show pasaron casi todos los artistas que llegaban al país, incluyendo los grupos musicales. "Explotaba temas de interés, invitaba a artistas, pasaba programas japoneses, danza, canto, temas culturales y hasta canté en varios idiomas. Tuve a Memo Neira (tico), Pascual Tibio (cómico), Tránsito Gutiérrez, mi pianista por muchos años, César Andrade, Chabela Quiroz.
"Después del terremoto me quedé con mi familia, la infaltable lista a la que se refería mi esposo Pedro Rafael Gutiérrez: Mario, Magda, Patricia, Pedro Rafael, Lena y Benicio (sus hijos), y me retiré. Octavito Sacasa me propuso que el programa pasara a ser administrado por el Canal (2) y que yo fuera una empleada, no quise. Había trabajado algunos años con él, pero ya no quise de esa forma", explicó.
Junto a los grandes
Doña Magda agregó que una vez que salió de la pantalla chica grabó algunas cosas, y que fue el tiempo en que su esposo escribió el poema Réquiem a una Ciudad Muerta.
"Me desconecté, me llegaron a buscar pero no me hicieron cambiar de decisión", reflexionó, a la vez que comentó satisfecha que Camilo Zapata es su amigo, que conoció a Marina Cárdenas cuando estaba empezando, que Gastón Pérez la acompañó en el Canal 6, que Justo Santos tocaba cuando cantaba en La Voz de América Central y que recibió felicitaciones de Armando Manzanero.
"En aquella época todo era en vivo, nada de grabaciones o imitaciones. Hice mis propias canciones, pero nunca las grabé ni las divulgué. De los compositores nacionales canté de todo. Traté de tener versatilidad en el canto y las interpretaciones: tango, boleros, bailables. Canté lo que se me presentaba".
Antes de los 80 remembró que trabajó en la comunidad de Ernesto Cardenal, pero que vino la toma de San Carlos y tuvo que retirarse. Añade que salió a Costa Rica, y que cuando regresó a Nicaragua no había trabajo. "Nunca tuve contacto en el proceso cultural que hubo después de la revolución".
Los crocantes y sus planes de regreso
Magda se regresó a Costa Rica a buscar trabajo y vida. Laboró en la presidencia durante el gobierno de Rodrigo Carazo, en el departamento de Televisión. Filmaba los proyectos del gobierno y después pasó al Centro de Promociones de Exportaciones. Al final se dedicó a su industria de crocantes y pronto abrirá un hotel en Managua.
Costa Rica es una segunda patria para ella, pero como en todo, lo que se quiere se aprende a querer, a veces hasta se aprende con dolor. "En Costa Rica hemos tenido muchos reveses, muchas luchas, no es fácil abrirse camino en el país donde la mayoría te adversa. Donde te dicen que no sos nica por ser blanco, alto o por no hablar como dicen que hablan los nicas".
"Son cosas que han dolido, porque a lo mejor piensan que somos del África. Costa Rica fue un aprendizaje tremendo, nos abrimos campo gracias a Dios. A Costa Rica la hemos aprendido a amar. La queremos por agradecimiento, por la paz que encontramos, que llegamos a tener aquí. Pero que dentro del alma está y es para siempre nuestra patria, queremos a Costa Rica pero Nicaragua es Nicaragua", adujo firme.
Sus hijos aman a Nicaragua, no la olvidan, y Pedro es el que heredó lo de su padre (escribir). "Todos escriben, pero éste es el más inquieto, acucioso, el que se le metió la tinta en las venas, le digo".
Asegura que no tiene preferencia por ninguno de sus hijos porque "ninguna madre tiene privilegios por un hijo. Las madres reconocen las cualidades y defectos de los hijos, pero nunca les dicen los defectos, y las cualidades se las decimos sin dañar a los otros". Sostiene que a pesar de que los educaron y crecieron con las mismas normas los seis son diferentes.
Su inolvidable Pedro
La muerte de su Pedro (2002), como lo llama, fue como si le quitaran la otra mitad. "Con el compañero vos peleás, discutís pero compartís, es tu compañero". A Pedro Rafael Gutiérrez Núñez, lo conoció por esas casualidades de la vida.
¿En qué momento fue que entró en su vida Pedro Rafael?
"En los 60 fue cuando conocí a mi marido. Venía de Guatemala y pasé directo del aeropuerto a donde mi familia (en la Calle 15 de Septiembre) para despedirme porque iba a México a cantar. En una esquina que debía doblar en la calle, me saluda el profesor Julio Max Blanco, me dijo que me necesitaba para grabar un disco de la Cervecería Victoria esa misma noche. Me suplicó, y aún cansada del viaje le dije que sí, porque era mi amigo y hermano. Esa noche conocí a Pedro (era dueño de la publicidad Wilmor) en la Radio Centauro, cuyo dueño era Salvador Cardenal. Desde ese día mi marido nunca más se despegó de mí hasta su fallecimiento. Nos casamos al mes y 15 días de conocernos y ya no fui a México".
¿Supersticiosa?
De signo Leo, asegura que no es supersticiosa, sin embargo es fiel creyente de las señales que trasmite el universo y de los conocimientos heredados por sus abuelos. Narró que sus hijos le dicen que para qué cree en esas cosas, pero que la vida le ha dado la razón en sus creencias.
La cultura heredada
"Antes no nos exponíamos a los eclipses, pero se reían; ahora la ciencia comprobó que si uno se expone los rayos traspasan la placenta y daña al feto. La sabiduría del indio antes era ignorancia, ahora es sabiduría. La madre de mi madre era india, esa cultura la heredé".
Anécdota: "De la vieja Managua, cuando estudiaba, lo que nunca se me olvida es que cuando mis compañeros decían vamos a agarrar defensa, nos bajábamos al barrio de Los Pescadores y nos íbamos a las cantinas del lugar, comíamos vigorón y nos sentábamos en las piedras a tirarnos unas cervezas, era la época de la Colonia Dambach. Era un grupo bellísimo, no se me olvida, llegaba Roger Pérez de la Rocha, a veces los dos Serrato (Serratito y Serrato) y la Maruca César de Gómez, entre otros.