martes, 1 de julio de 2008

La Corporación: un capítulo de la historia patria. (Radiocorporacion.com)  

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Éxitos de la emisora

Es el tiempo aquel en que el poeta Pedro Rafael Gutiérrez escribe su poema "Réquiem a una ciudad muerta", lo lleva a la Corporación y Fabio Gadea Mantilla lo graba cuando todavía en Managua se sentían algunos movimientos terráqueos. El poema es todo un éxito y Radio Corporación lo transmite varias veces en el día. De este poema se produjeron 5,000 long plays que fueron rápidamente vendidos.

Son los años aquellos en que nacen en la Corporación las canciones de Carlos Mejía Godoy y Otto de la Rocha. En los improvisados estudios de la Corporacion en Bello Horizonte, ven la luz por primera vez "Panchito escombros", "Juancito Tiradora","María de los Guardias", "El Cristo de Palacaguina", "Quincho Barrilete" y tantas y tantas creaciones del genio musical de Carlos Mejía Godoy. Nacen también canciones como "La Pelo de Maíz", "Que viva Managua" y otras creaciones de Otto de la Rocha.

Es el tiempo aquel en que llega a su madurez el programa Pancho Madrigal, toda una institución de la radiodifusión nacional divulgando el arte y la cultura vernácula de Nicaragua, el tiempo de Indio Filomeno, de la Casilda y el tiempo en que Fabio Gadea crea el pueblo imaginario de El Galope para que en él se desarrollen los argumentos y las moralejas de Pancho Madrigal. Es también el tiempo en que el famosísimo escritor José Román Orozco, amigo personal de la emisora, le concede los derechos para dramatizar su famosa novela "Cosmapa", la que es transmitida con gran éxito en cuarenta y nueve capítulos. Es el tiempo de mayor esplendor en la vida de Radio Corporación, la que al convertirse en cuna de tanto talento y tanta producción se proyecta como la emisora que vive las angustias y las alegrías de su pueblo.

El espíritu vibrante de los mensajes de optimismo lanzados al aire por la Corporación invitando al pueblo, a la empresa privada, a los pequeños comerciantes e industriales a reiniciar operaciones le dan un primer lugar indiscutible en la audiencia nacional. primer lugar que mantiene desde entonces en el corazón de su pueblo.Sufrimientos de una Dictadura

Y llega el momento de enfrentar la furia de la dictadura acosada por las nuevas fuerzas que tenían que surgir de tanta represión. En marzo del 79, cuando el sandinismo está por ganar la lucha, la dictadura somocista cierra definitivamente a Radio Corporación, ametralla sus plantas y destruye su antena. Esto es, orgullosamente, una condecoración en el magnífico y brillante historial de lucha por la libertad que ha mantenido la radio.

La Corporación es entonces como medio electrónico lo que la Prensa de Pedro Joaquín como medio escrito. Ambos medios son destruidos por la dictadura. El pueblo momentáneamente se queda sin ojos para leer la información, sin oídos para oírla y sin voz para divulgarla.

Los Atentados Continúan

Pero la pesadilla del somocismo pasa y entramos en a década de los 80 en donde nos esperan otros tiempos difíciles, crueles, angustiantes. Esta es otra etapa histórica de luchas, privaciones, exilios, sufrimientos, amenazas e intervenciones irreverentes que la Corporación soporta con estoicismo y fe en el futuro. Nuevos censores impidieron todo tipo de noticias y comentarios. Fue una época de ingrata recordación en la historia de los medios de comunicación libres. Pero la pesadilla también pasó.

En los años 90 manos tenebrosas destruyen con explosivos plásticos la planta transmisora y la antena de a Corporación que habían sido instaladas a orillas del lago cerca de la Punta Chiltepe. Indudablemente el espíritu de lucha en defensa de las libertades públicas no fue del agrado de ciertos sectores extremistas del ambiente nacional.

Circunstancias políticas propias de la época permitieron ocho incursiones violentas a los estudios de Radio Corporacion destruyéndolos parcialmente. En el año 91 mientras una situación de violencia propiciaba el saqueo de la alcaldía de Managua, grupos forajidos y pandilleros destruían casi totalmente los estudios de la Corporación. Fue uno de los más violentos ataques que sufrió la emisora, pero gracias a Dios, salimos airosos.

En el Presente
Hoy que vivimos un ambiente democrático el ideario de la radio se mantiene inalterable y continuamos siendo la emisora insignia, defensora de los valores eternos: la vida, la libertad, los derechos humanos, el libre mercado, la iniciativa privada, la democracia, la convivencia, el trabajo y la paz. Somos empresa privada. Somos libres y estamos a servicio del pueblo nicaragüense.

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